será que ésto es, simplemente… ¿mamá?
una niña perdida buscando a… ¿mamá?
brazos seguros, cálidos, eternos… y…
¿ya está?
el apuntador invisible,
con su voz de ultratumba:
«descansa en paz, iurancha.
aquí ya no hay nada más que buscar…
aquí nunca hubo nada que buscar… »
renacer en el sinsentido,
celebrar la orfandad.
la muerte es la única compañera,
lo demás,
todo
un
sue
ño.
la seguridad,
ilusionismo,
magia mala y droga dura.
suenan campanas a lo lejos,
tan lejos que no las oigo,
pero suenan.
por eso sé, en el fondo,
muy muy en el fondo,
tan en el fondo que nada más hay,
que todo está perfectamente bien así,
huérfano.
que huérfano es perfecto,
que es solo pero no sólo.
que simplemente es así.
no hay juicios finales,
ni juicios,
ni finales.
abuela,
no me reconoces,
ya estás muerta,
y tú eres mi casa.
yo pertenezco
a
Ti.
mis nidos ya no respiran aquí.
y, a pesar de ello,
qué tan hermoso este sonido, pájaro de la mañana.
lo oigo.